Adaptarse a los cambios tecnológicos y empresariales ha sido una de las claves para implementar un proceso de Inteligencia y Vigilancia. A medida que la empresa ha crecido durante estos 50 años, los ámbitos geográficos en los que trabaja también han aumentado por lo que la labor de estar cerca de los clientes, capturar las tendencias y entender las necesidades y problemas se ha convertido en una labor más compleja. Tener una red de analistas capturando y analizando esta información para colocarlo en un repositorio accesible para toda la empresa facilita la toma de decisiones a distintos niveles dentro de la organización.
Este proceso también ha permitido a Ausolan ser más eficaces en la captura y trasmisión de la información, de tal forma que la iniciativa ha cogido fuerza y está siendo parte de la cultura empresarial a medida que transcurre el tiempo. También cabe destacar, que son ellos quienes mejoran el sistema a medida que identifican nuevas necesidades y oportunidades por lo que cuentan con absoluta libertad y criterio para modificar sus parámetros de búsqueda y adaptar de esta manera los Factores Críticos de Vigilancia.
Por tanto, la escalabilidad con la que han continuado implementado el proceso de Vigilancia Tecnológica e Inteligencia Competitiva ha sido un factor determinante para que esté teniendo aceptación dentro de la empresa. Empezar por pequeño, en un departamento en concreto para después escalar y expandirlo al resto de la organización, es una práctica que recomendamos ya que lograremos evitar algunas de las barreras que bloquean la implementación de este tipo de proyectos.
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