La Inteligencia Competitiva puede ser externalizada. A pesar de ello, desde nuestro punto de vista, es importante mantener un peso mayoritario de esta actividad internalizada. Con esta dedicación nos referimos a que al menos más de la mitad de los recursos destinados a identificar fuentes e información, deben ejecutarse por personas de la organización.
Externalizar la Inteligencia Competitiva puede aportar algunos beneficios, en especial en la puesta en marcha. Disponer de acceso inmediato a conocimiento de expertos que ayuden a poner en marcha la unidad de vigilancia, ayuda a reducir el esfuerzo inicial para estructurar la estrategia. La implantación de unidades de Inteligencia Competitiva requiere de recursos humanos de forma más intensa en las primeras fases. Es un proceso nuevo y la ayuda externa para implantarlo acorta y facilita esta labor.
Asimismo, apoyarse en metodologías como Compete, patentada por IDEKO y corroborada por distintas empresas, puede resultar de utilidad. Estas metodologías ayudan a organizar el proceso en aquellos casos que se estén iniciando en el proceso de Inteligencia Competitiva y Vigilancia Tecnológica.
¿Por qué es importante hacer Inteligencia Competitiva?
La Inteligencia Competitiva y Vigilancia Tecnológica proporcionan un nivel sin precedentes de información sobre los competidores, clientes, proveedores o cualquier ámbito de interés. Un enfoque más práctico puede impulsar un aumento en el conocimiento general de toda la compañía. Haciendo la toma de decisiones más eficiente y reduciendo la incertidumbre.
De igual modo, la base para mejorar los procesos, productos y servicios es conocer lo que ya existe en la actualidad y conocer lo que está por venir. Por tanto, es parte activa del proceso de innovación, no sólo desde el punto de vista técnico sino que también de negocio.
Asimismo, interiorizar el proceso permite descubrir su valor a lo largo de toda la organización. Comenzando en algunos departamentos y trasmitiendo el valor a otros para que adopten su práctica. Una Vigilancia Tecnológica extendida y compartida entre distintos departamentos aporta un valor y visión más completa para articular las acciones en base a información.
¿Por qué se externaliza la Inteligencia Competitiva?
Los principales motivos para externalizar las tareas de Inteligencia Competitiva y Vigilancia Tecnológica son la falta de tiempo y conocimiento experto de materias concretas en los recursos humanos. Disponer de acceso inmediato a expertos cualificados cubre las necesidades comentadas.
Si la Inteligencia Competitiva está 100% externalizada, se corre el riesgo de caer en el «piloto automático» y convertirse en un consumidor de informes ajenos a cómo se captura esta información. Conocer el origen donde se genera la información, mantener el control sobre dichas fuentes y actualizarlas es parte del proceso vivo. Sin embargo, esta opción sigue siendo mejor que no hacer ningún tipo de Inteligencia Competitiva y Vigilancia Tecnológica.
A pesar de ello, sigue habiendo empresas que toman decisiones basadas en su instinto sin contrastarlas con datos. En general el nivel de información que se dispone en la organización no es suficiente. Los ámbitos sobre los que se puede mejorar el nivel de información son varios dependiendo del sector o tamaño de la empresa. Sin embargo, la vigilancia de competidores, la vigilancia de mercados y países, la auto vigilancia o la ciberseguridad son alguno de los aspectos más importantes.
Proveedor de software de Inteligencia Competitiva y sus partners
Para articular de forma más rápida un sistema de Inteligencia Competitiva, podemos identificar distintos tipos de apoyo dependiendo de las necesidades. Por ejemplo, podemos recurrir a consultores que nos ayuden a regular el procedimiento para certificarnos en la Norma UNE 166006. Por otro lado, existen servicios especializados que nos ayudarán en la puesta en marcha del sistema, identificando y automatizando fuentes de información. También podemos apoyarnos para explotar esta información y elaborar informes sectoriales, de competidores, seguridad o de tendencias. En nuestra red de partners, encontrarás distintas alternativas para completar las necesidades que puedan surgir.
En cualquier caso, el proveedor de Software también debe ser parte activa a lo largo de este proceso y ayudar a configurar la herramienta para su correcto uso. Asimismo, entendemos que las formaciones deben ser un complemento gratuito adherido a la herramienta. Nuestra visión es que los clientes puedan obtener el mayor potencial y puedan poner en marcha la sistemática de Inteligencia Competitiva sin recurrir a externos, de forma internalizada.
¿Qué beneficios aporta internalizar la Inteligencia Competitiva?
Lo cierto es que un agente externo difícilmente llegará a tener el conocimiento y matices sobre ciertas materias que tienen las personas que trabajan en la organización. Conocer la estrategia y objetivos de cerca es una de las claves para establecer los Factores Críticos de Vigilancia y así articular la planificación de las fuentes de información. De igual forma, uno de los aspectos más relevantes de la Inteligencia Competitiva consiste en valorizar la información capturada. Toda persona ajena a la empresa, tendrá más dificultades para transmitir este conocimiento en reuniones, eventos, comités incluso en conversaciones de la máquina de café.
El conocimiento quedará dentro de la casa y con el tiempo la curva de dedicación será menor a medida que se asimila e interioriza el proceso. Hasta convertirlo en cultura de empresa.
Mantener el know-how, tanto del proceso como de la estrategia, asegurará una continuidad sostenible a lo largo de los años. En cambio, externalizar el proceso de Inteligencia Competitiva a un tercero al 100% hará que la empresa sea más dependiente respecto al proveedor.
Conclusión
Podemos decir que para externalizar la Inteligencia Competitiva es importante conocer cuáles son las necesidades que puede complementar un proveedor. Sin embargo, de cara a implementar un sistema de Inteligencia Competitiva lo recomendable es que personas con perfiles transversales (innovación, estrategia…) participen en el desarrollo inicial. Una vez extendida la cultura y puesta en valor, será el momento idóneo para que perfiles más verticales (técnicos, comerciales…) participen con su conocimiento.
Cabe destacar que la Inteligencia Competitiva con carácter más estratégico, es la más susceptible a externalizarse. De lo contrario los aspectos más operativos de la Vigilancia como podrían ser por ejemplo cambios legislativos, tienen más probabilidades de funcionar bien con un agente externo.
Finalmente, consideramos que si la actividad de Inteligencia Competitiva es llevada a cabo por un agente externo, el conocimiento llegará de forma sesgada. Esto dificulta uno de los objetivos más importantes de este proceso, que es la evaluación de la información para la toma de decisiones.