Cuando abordamos un proyecto del tipo que sea queremos obtener resultados lo más rápido posible. Sin embargo, en el ámbito de Vigilancia Tecnológica e Inteligencia Competitiva, la experiencia demuestra que correr no es bueno si queremos llegar a tener resultados satisfactorios a medio-largo plazo. Este tipo de proyectos están ligados al plan estratégico de la empresa y requieren dimensionar bien el alcance. Ayudarse de un proyecto piloto que de forma gradual extienda la cultura y ponga en valor la información que genera la IC será un buen punto de partida. En las siguientes líneas damos algunos consejos, bajo nuestra experiencia, para que la Inteligencia Competitiva y su implantación sean exitosas.
Cada proyecto es diferente en base a los recursos disponibles, sobre todo personas, pero también en función del tamaño de la empresa. Implementar una sistemática de Inteligencia Competitiva y Vigilancia Tecnológica en una multinacional o grande empresa, puede llevar hasta 4 años según nuestra experiencia. En el caso de las PYMES este tiempo se ve reducido considerablemente, ya que extender y crear la cultura en equipos pequeños es más ágil.
Proceso de implantación de la Inteligencia Competitiva
Durante el primer año se establece el diseño e implementación del sistema, en esta etapa el acompañamiento de expertos en este ámbito ayuda a que el proyecto se ejecute con éxito. En Innguma contamos con la metodología Compete para el lanzamiento de sistemáticas de Inteligencia Competitiva y Vigilancia.
Durante los años posteriores, el objetivo es vincular de forma progresiva al resto de departamentos e incorporar nuevos usuarios analistas y lectores. Cuantas más personas vigilen las áreas de interés, tanto transversales como verticales, mayor volumen de información podrá ser analizada en la empresa.
El proceso de IC genera de forma natural un repositorio de información clasificado y validado por analistas expertos en sus temáticas. Disponiendo así de un respaldo de conocimiento relevante para la empresa accesible a través de un portal web. Esta información se puede divulgar muy fácilmente creando boletines o informes para reuniones de forma automatizada para la toma decisiones operativas y estratégicas.
Destacar que la mejor manera de traccionar este tipo de proyectos es a través de departamentos transversales. Es decir, equipos que tienen como objetivo impulsar la innovación dentro de la organización. De todas formas, los perfiles más técnicos que vigilan los Factores de carácter vertical también son personas muy relevantes sobre todo en los procesos de Vigilancia Tecnológica. Por ejemplo, estar informado en tiempo real de cambios o nuevas patentes es básico en un mundo global y tan competitivo.
¿Cuándo se puede considerar que la Inteligencia Competitiva está extendida?
Finalmente, para considerar que la Inteligencia está extendida en la organización, estimamos que al menos el 50-60% de la plantilla debe ser analista de información. En cuanto a las personas que deben consumir esta información, bien a través de la plataforma o boletines, estimamos que la cifra debería rondar el 80-90%.
Aun así, la Inteligencia y Vigilancia es un proceso vivo y flexible. El cual evoluciona a medida que la estrategia de la empresa y sus Factores Críticos de Vigilancia cambian. Se trata de un proceso iterativo que en cada ciclo puede cambiar el foco de vigilancia añadiendo perfiles nuevos al proceso y así constantemente consiguiendo cada vez una cultura más consolidada.