Los autores plantean que a través de un proceso que se desarrolla en espiral, el conocimiento creado por cada persona se convierte en conocimiento organizativo, el cual permitirá a la empresa ser más eficiente y ágil en la toma de decisiones consiguiendo reducir la incertidumbre. El conocimiento explícito es aquello que puede ser articulado, codificado y almacenado en algún tipo de medio, mientras que el conocimiento tácito es aquel que sólo se obtiene con la experiencia y que se comunica de manera indirecta.
Cabe destacar, que el conocimiento se trasmitirá a través de las nuevas generaciones en forma de conocimiento explícito, quienes a su vez sumarán conocimiento tácito y de esta manera la organización seguirá sumando su conocimiento a lo largo del tiempo. Sin duda, una de las claves está en cristalizar el conocimiento tácito en conocimiento explícito para su trasmisión.
Asimismo, la teoría plantea que existen dos dimensiones, la epistemológica y la ontológica. En la primera, conviven los conocimientos citados previamente mientras que la segunda indica la expansión del nivel de conocimiento (individual, grupal, organizacional e inter-organizacional).
Dentro de este marco, la Inteligencia Competitiva es parte activa del proceso ya que permite abordar las tres principales funciones de las organizaciones creadoras de conocimiento:
- Generar nuevo conocimiento: La búsqueda de las noticias de diversos ámbitos, permite generar conocimiento a cada individuo o analista.
- Difundirlo en la empresa: Mediante herramientas software, las noticias filtradas en base a los Factores Críticos de Vigilancia permiten la difusión de dicha información explícita la cual una vez sea compartida mediante boletines o informes estará generando conocimiento de forma exponencial.
- Incorporar aprendizajes al negocio: Una vez esta información se esté trasmitiendo a los distintos órganos de desarrollo, bien sean tecnológicos o de negocio, estaremos incorporando aprendizajes y facilitando la toma de decisiones. Mientras tanto, los resultados de las decisiones llegarán y permitirán seguir acumulando conocimiento tácito que después pasará a ser explícito y así constantemente.
No cabe duda de que la Inteligencia Competitiva lleva aplicándose durante muchos años y son diversas las teorías que abalan su retorno. En este caso hemos visto cómo la Inteligencia y Vigilancia son parte activa dentro de las organizaciones creadoras de conocimiento debido a las facilidades que aporta disponer un sistema capaz de capturar, diseminar y almacenar información explícita.