1. El Big Data es ya una realidad. En 2014 se sobrepasaron los 1.000 millones de páginas web, de las cuales más de 170 millones son activas (es decir, publican contenidos regularmente). De todas esas páginas, el 98% de la información es pública, así que está accesible para todo aquel que quiera y sepa dónde buscar. Además, sólo el 4% de las páginas web están indexadas por los buscadores, lo que obliga a todo aquél que quiera monitorizar sus contenidos a utilizar otras herramientas profesionales.
Es aquí donde la inteligencia competitiva cobra una importancia vital, ya que es la disciplina que se centra en obtener y exprimir toda esa información. Una información que con el paso de los años no va a hacer más que crecer.
2. Cada vez se “habla” más. Las organizaciones, en su necesidad de consolidar su posición en el mercado y de mostrarse “expertas” en su área de actividad, generan cada vez más contenidos en los que describen sus proyectos, pedidos, contactos con instituciones y organismos, aspectos productivos, etc., de los cuales se puede anticipar cuál es su estrategia a corto, medio o largo plazo. Así, las figuras como los Community Manager gozan de una gran popularidad gracias al trabajo que hacen en redes sociales y en el mundo digital en general. Estos CM tratan de atraer la atención de clientes potenciales y actuales generando contenidos de interés que también pueden ser aprovechados por sus competidores para definir sus estrategias.
Una buena estrategia de inteligencia competitiva permitirá a las organizaciones capturar información clave sobre sus competidores y emplearla de la mejor forma para mejorar su posición competitiva.
3. Los mercados son cada vez más globales. Hace unos años, cada empresa tenía perfectamente identificados a sus competidores, que además provenían de zonas geográficamente cercanas. En la actualidad, la globalización ha llevado a que ya no se hable de mercados específicos, sino que estemos ante un gran mercado global. Así, pueden surgir nuevos competidores en cualquier momento, desde cualquier lugar y con unas estrategias agresivas que pueden hacer tambalear cualquier negocio consolidado. Por ello, es necesario mantenerse alerta sobre todo lo que ocurre en el sector y para ello la inteligencia competitiva es indispensable.
Como este fenómeno no va hacer más que crecer, en el futuro cualquier organización que quiera ser competitiva y sobrevivir en el mercado tendrá que dedicar recursos a realizar inteligencia competitiva para poder optimizar sus estrategias y propuestas de valor.
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